domingo, 13 de marzo de 2011

Nadadores Milenarios

Se pensaba que el celacanto se había extinguido junto con los dinosaurios. Fue redescubierto en 1938 y aquí le hacemos una crónica en un testimonio fotográfico excepcional.

El nado lento y grácil del celacanto no se parece a ningún otro. Mueve sus aletas pectoral izquierda y pélvica derecha, a continuación la pectoral derecha y la pélvica izquierda, de manera similar al paso cruzado de los tetrápodos. Cuando el grupo de la expedición realizó su visita a comienzos de 2010, los celacantos ignora- ron a los humanos, dice el fotógrafo Ballesta, salvo por este de abajo: "En ese momento intentó sonreírme".

 

 

No aparece a diario un fósil viviente en una red.

 

Pero es lo que sucedió́ en 1938, cuando la curadora de un museo sudafricano llamada Marjorie Courtenay-Latimer descubrió́ una criatura extraña de escamas gruesas, aletas poco comunes y un lóbulo extra en la cola, en una redada, que por lo demás era ordinaria. Aunque no lo supo de inmediato, Courtenay-Latimer había redescubierto al celacanto, que, en teoría, se había extinguido al final del Cretácico, pero de algún modo sobrevivió́ a muchos de sus compañeros prehistóricos, morando en las profundidades del océano, imperturbable –y sin ser detectado– durante millones de años.

 

Desde este avistamiento fortuito se han hallado Latimeria chalumnae en diversos reductos del Océano Índico. Nadie sabe cuántos hay, quizá́ 1 000 o tal vez hasta 10 000. Debido a la profundidad de su hábitat, han sido fotografiados principalmente por vehículos sumergibles y operados a distancia. Unos buzos documentaron el pez por primera vez en 2000; en enero y febrero de 2010, un grupo que recibió́ capacitación especial se sumergió́ a grandes profundidades para tomar fotografías de una pequeña colonia en la Bahía de Sodwana, Sudáfrica.

 

http://ngenespanol.com/2011/03/nadadores-milenarios/

 

Allan E. Ovalles C.

Electrónica del Estado Sólido

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