domingo, 28 de noviembre de 2010

¿Cómo se formó el caparazón de las tortugas?

Seguro que existen cantidad de historias mágicas y míticas sobre el origen de las tortugas, leyendas perdidas en los albores de las comunidades que las cuentan y que tienen un inicio tan profundo en el tiempo como misterio guarda este animal para nosotros. Pero aquí no haré un relato mágico de su origen, sino que comentaré uno de los últimos descubrimientos que postula una nueva hipótesis sobre el origen del caparazón de las tortugas.

Un estudio publicado en la revista Nature, reporta el descubrimiento de un fósil de unos 220 millones de años, que reabrió el debate sobre la evolución de los reptiles. El reptil, una especie de "eslabón perdido" para los quelonios (tortugas) llamado Odontochelys semitestacea, es técnicamente una "tortuga dentada con media caparazón". A raíz de su hallazgo y las posteriores pruebas e investigaciones, los científicos postulan hoy que la capa exterior de las tortugas se formó directamente de las costillas y la columna vertebral, hipótesis que viene a desterrar la clásica visión según la que el caparazón era una dura protección de piel.

Si nos ubicamos temporalmente, el hallazgo sugiere que las tortugas se originaron primero en el agua y luego en la tierra, hace unos 220 millones de años atrás (que no 10 millones de años, como se pensaba hasta ahora).

 

Algunas hipótesis

Desde la era de los dinosaurios, que habitaron la tierra hasta unos 65 millones de años atrás, las tortugas lucían similares a como lo hacen hoy. Firmemente protegidas por el caparazón, esta parte se encuentra conectada con una zona baja más suave llamada plastrón. Ante la ausencia de mayor evidencia, los científicos se atreven a hipotetizar sobre cómo este caparazón llegó a ser tan eficaz protección para las tortugas: hasta ahora se explicaba que el caparazón evolucionó desde la piel, con pequeñas formaciones óseas llamadas "osteodermis" -similar a la piel de los cocodrilos- que crecieron en tamaño para llegar a formar una especie de forro cutáneo, que con el tiempo se unió a las costillas.

La nueva hipótesis es que el plastrón se formó primero, seguido por el crecimiento y la ampliación de las costillas y la columna vertebral, para formar el duro caparazón que permitió a estos animales escapar de los predadores. Un proceso similar viven los embriones de tortuga, al transformarse en crías.

"Con el Odontochelys ahora tenemos evidencia clara de cómo emerge un ejemplar adulto" declaró el Dr. Xiao-chun Wu, paleontólogo del Museo Canadiense de la Naturaleza, con sede en Ottawa y co-autor del estudio. El grupo de científicos, liderado por Lau Li-Jun del Museo de Historia Natural de Zhejian, en Hangzhou (China) también sugiere que el hallazgo apunta al origen acuático de las tortugas.

El hecho es que la Odontochelys semitestacea tiene sólo medio caparazón en su parte superior, pero un plastrón en el vientre que evidencia que la parte inferior estaba expuesta a los predadores en el medio acuático.

"Los reptiles que viven en la tierra tienen sus vientres cerca del suelo, lo que les permite exponerse poco al peligro", dice el co-autor Dr. Olivier Rieppel, del Museo Field de Chicago. Los científicos también encontraron otros reptiles marinos e invertebrados incrustados en la misma roca en Guizhou, todas ellas ejemplares de la misma especie nueva en "transición" a como vemos hoy a las tortugas.

Evidentemente aún nos queda mucho por descubrir de la evolución del mundo animal.

http://ecosofia.org/2009/01/como_se_formo_el_caparazon_de_las_tortugas.html

Allan E. Ovalles C.

Electrónica del Estado Sólido

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